Pros y contras de mudarte a las afueras para que tomes la mejor decisión
Pros y contras de mudarte a las afueras para que tomes la mejor decisión
No es ningún secreto que ha habido un cambio radical en nuestra percepción de calidad de vida a raíz de la pandemia. Estar encerrados demasiadas horas en hogares que no cumplen con los estándares que nos generan bienestar, ha sido el motivo por el cual, un número importante de urbanitas, se planteen vender su piso y comprar una casa con jardín en las afueras de Madrid.
En este artículo quiero analizar los pros y contras de la vida en un piso en la ciudad comparándola con lo que puede suponer mudarse a una casa en las afueras. Se trata de un cambio importante de estilo de vida pero también el inmueble va a tener características muy diferentes que puedes ver como valor o no, dependiendo de cuál sea tu preferencia. Lo que de verdad te importa.
Casa unifamiliar en las afueras versus piso céntrico en la ciudad
Lo primero que nos viene a la cabeza cuando pensamos en cambiar de vida dejando atrás la ciudad, es que es más saludable. Pero ¿Qué es saludable? ¿Es algo que puede generalizarse o es subjetivo dependiendo de cada uno? Bueno, pues parece que la mayoría de las personas coinciden en que un estilo de vida saludable está relacionado con mantener el equilibrio en los siguientes aspectos: salud mental, alimentación, actividad física, salud física, trabajo, relación con el medio ambiente y actividad social.
La idea de quietud es uno de los valores que más distingue un estilo de vida y otro y que se percibe como cuidado de la salud mental. Un piso en la ciudad no es un remanso de paz precisamente, así que, si buscas silencio y tranquilidad, está claro que una casa independiente y separada del mundanal ruido te va a dar mucha felicidad.
Claramente si te mudas a las afueras es porque el bullicio no te gusta mucho pero, además, el medio ambiente y la posibilidad de estar rodeados de árboles y vegetación con el sonido del canto de los pájaros puede ser algo más que un cuento bonito. Está demostrado que tener una ventana mirando a una zona verde que recuerde la naturaleza, favorece la recuperación en caso de enfermedad y convalecencia.
Se cree que el motivo es la relación que el cerebro humano ancestral establece. Si es una zona verde es porque existe agua y, por tanto, hay alimento, así que “puedo quedarme y relajarme”. Psicológicamente la experiencia y el ánimo se elevan generando más serotonina y ganas de recuperarse. Por el contrario si una persona convaleciente tiene una ventana que mire a un edificio o a un patio interior, la posibilidades de mejora se reducen y el tiempo de recuperación se alarga.
En estos momentos en los que nos vemos amenazados, aún sin conocer esta información, muchas personas han querido buscar la naturaleza como opción de salvación, de salud. ¿No es curioso cómo funciona la mente humana?. Años de vivir en ciudades y cuando se trata de buscar cura, huimos intuitivamente hacia todo lo contrario, la madre naturaleza, la conexión con el origen y lo básico.
El hecho de que la enfermedad sea contagiosa también hace que se valore positivamente el aislamiento. Es cierto que en una casa con jardín, si utilizas el coche particular para desplazarte, el encuentro con otras personas se puede reducir casi totalmente puesto que no hay zonas de paso comunes. Es el caso si trabajas desde casa y la compra de lo necesario la solucionas con la opción online. Digamos que te relacionas si quieres y si no, no. Por el contrario si eres una persona muy sociable, vivir en un chalet independiente, te puede generar una sensación de aislamiento mayor que si vives en una comunidad de vecinos. Por tanto no todo el mundo llevará de la misma manera este factor.
Disponer de una zona exterior que amplía las opciones de actividades y de esparcimiento es la siguiente motivación para decidir abandonar la ciudad y cambiar el piso por la casa con jardín en las afueras. Si, además, tiene piscina, la percepción de valor aumenta ya que las restricciones obligan a no poder usar piscinas, playas y ríos con normalidad. En el caso de tener una familia con niños esto es un plus de juego y entretenimiento muy tentador.
La jardinería como afición o la horticultura abren mundos nuevos a descubrir incluso muy de moda si pensamos en la alimentación healthy y los huertos ecológicos.
Para tener mascotas, la opción de vivir en una casa en la que puedan correr y no sentirse encerradas, es un factor determinante. Incluso para aumentar en número la manada. Es común ver en la ciudad sacar a dos, tres o incluso más perros con la dificultades que supone.
La zona en la que esté ubicada la vivienda va a determinar el acceso rápido a un entorno saludable. Es por eso que se está eligiendo como destino preferente la zona de la Sierra Noroeste por estar relativamente cerca de la ciudad pero con la montaña cerca. Picos nevados en invierno, praderas verdes en las que pastan las vacas en primavera, ríos y parques naturales protegidos son paisajes que atraen poderosamente a quien busca sosiego y zonas verdes. La posibilidad de caminar, de hacer deporte al aire libre o incluso estar esquiando en poco tiempo, ayuda a percibir ese modo de vida en la Sierra de Madrid como más saludable.
Parece que, en resumen, todo lo que relacionamos como saludable se va a conseguir en una vida en las afueras mucho más que en un piso en la ciudad.
Ahora bien, ¿Qué hay de la actividad social? En las urbanizaciones y pueblos de la Sierra vas a encontrar, indudablemente muchas menos opciones. Los amigos y familiares de la ciudad tendrán que ir de visita para veros y hay que programar con más antelación. Sin embargo, dependiendo de la edad y situaciones de cada uno, puede que sea un lugar de encuentro más agradable y que la casa se llene de gente a menudo si te lo propones. Una barbacoa y una piscina o una chimenea en invierno puede generar mucha atracción por parte de quien no lo disfruta. Las reuniones familiares, al disponer de más espacio, es posible que se alarguen o que tengas más huéspedes inesperados de los que tenías antes.
Es evidente que en la capital siempre vas a tener mayores opciones de vivir la cultura, los restaurantes, los bares, un montón de oferta en todo tipo de actividades y servicios, así como la posibilidad de hablar, compartir y conocer más gente. Y todo relativamente cerca. Si vives fuera cada traslado a realizar cualquiera de las actividades, pasa por decidir si usas el coche particular y el parking o el transporte público. Dependiendo de cuántas personas os trasladéis y la distancia es un tema importante a tener en cuanta. Tanto la inversión en vehículo y gasolina como billetes de tren o autobús.
Un ejemplo práctico: Un billete de autobús a El Escorial es de 4,20 euros, a Galapagar son 3,60 euros. Si queréis ir a Madrid cuatro personas os supone 33,6 euros a El Escorial y 28,8 euros a Galapagar por día. El tren es similar. Hay abonos transporte para traslados frecuentes que hay que valorar también y contar con ello.
Los servicios como médico y colegios también van a a ser menores en número y variedad en las afueras comparado con cualquier barrio de Madrid. Por contra, la vida va a ser más tranquila y es muy posible que sientas mayor tranquilidad a la hora de dejar a tus hijos salir y relacionarse. Es común ver a pandillas de niños y adolescentes jugando en las urbanizaciones, parques y plazas de los pueblos sin vigilancia de los padres, algo que es difícil ya encontrar en la ciudad. Fiestas y reuniones también se van a ver beneficiadas en esta comparación salvo que quieran actividades fuera de casa y que solo están en la ciudad.
Vamos a usar como ejemplo un piso medio de 120 metros cuadrados en la zona de Chamberí que es donde tengo mi oficina. El metro cuadrado está en 5.244 eur/m² , es decir, que el valor de un piso de 3 dormitorios de 120 metros podría ser de 629.280 euros.
Va a ser una vivienda que tendrá, con suerte, algunas habitaciones exteriores como el salón y algún dormitorio. Las vistas van a depender de la calle en la que se ubique, pero lo que está claro es que varias de las estancias tendrán ventanas a patios. Lo metros de esparcimiento y de aprovechamiento serán mejor o peor aprovechados dependiendo del número de personas que habiten la casa. Si son dos hijos y una pareja, por poner un ejemplo de situación, será difícil, seguramente, trabajar desde casa con espacio propio. La mayoría de las personas que se están decidiendo a trasladarse es porque trabajan o trabajarán desde casa así que este es un factor importante.
Vamos a ver qué tipo de casa podemos comprar en la Sierra de Madrid con este presupuesto. El precio medio en la zona noroeste es de 2.281 eur/m² así que por el mismo precio tendríamos una vivienda de entre 200 y 300 m2 aproximadamente, garaje, jardín y piscina, entre 4 y 5 dormitorios, además de una zona de bajocubierta o un sótano diáfano y perfectamente utilizable.
Las posibilidades en cuanto a organizar y distribuir las zonas del hogar se multiplican. Más aún si se adquiere una vivienda para reformar y se actualiza totalmente adaptándola a las necesidades de sus habitantes. Diseñando mejoras en cuanto a eficiencia energética que se traduzca en un ahorro energético. Crear un paraíso personal donde sentirte protegido no es algo que sea tan fácil conseguir en la ciudad.
Estamos viviendo una época de cambios y, sin duda, las mejoras que ofrece la vida en una casa con jardín con respecto a un piso, ahora mismo, se perciben para la mayoría como un beneficio muy a tener en cuenta. Tanto es así que desde que creamos el servicio de personal shopper inmobiliario enfocado concretamente a tipologías de casa con jardín, se han triplicado las solicitudes.
No sabemos los cambios que aún nos esperan pero creo que esta tendencia ha venido para quedarse y que, poco a poco, va a haber un desplazamiento a zonas menos pobladas en contacto con la naturaleza y zonas verdes que se perciben como más sanas.
Veremos.